Hello, beauties!
Hoy quiero hablaros del musical West Side Story, aprovechando que en breve va a comenzar su gira por España y se acercará más a vosotros. ¿Me gustan los musicales? ¡Me encantan! Así que la verdad es que cuando Metapic me ofreció la oportunidad de acudir a ver West Side Story a través de Influinvest, no me lo pensé. Tenía que ir, sí o sí. ¡Gracias, Metapic e Influinvest!
Ya sabéis que mi opinión es real, independientemente de cómo he llegado a probar los productos, y esto incluye este musical.
Hecho ese disclaimer, dejadme que os ponga en situación. Con motivo de los eventos organizados por el centenario del nacimiento de Leonard Berstein, el hombre que le puso música a esta historia, y tras el éxito obtenido en Broadway y Londres, SOM Produce decidió traernos West Side Story a España, y la producción arrancó en Octubre del año pasado. Se basa en el libreto original, el mismo que se estrenó en el Winter Theatre de Broadway en 1957. Estamos hablando de un musical que lleva 60 años representándose de forma ininterrumpida por todo el mundo. ¿Os imagináis lo que es eso? De hecho, reúne todos los premios existentes en el ámbito del teatro musical.
La representación ha sido tan exitosa que, después de ocho meses alegrándonos a los madrileños, la última función en Madrid será el 2 de Junio (¡si estás en Madrid y aún no lo has visto corre a comprar las entradas!), fecha tras la cual comenzará la gira por España. La primera ciudad en la que recalará será Las Palmas de Gran Canaria, a partir del 20 de Junio. Y así, seguirá llevando la magia de esta historia por 24 ciudades más hasta Mayo de 2020.
Supongo que todos conocéis la historia de Tony y María, a fin de cuentas West Side Story es un clásico del teatro musical y del cine desde antes de los años 60. Y hasta Spielberg planea un remake para el año que viene. Estamos al final de la década de los 50 en Nueva York, y las bandas callejeras se disputan Manhattan. La historia se centra en los Jets (los «americanos», descendientes de inmigrantes europeos) y los Sharks (los recién llegados puertorriqueños que acaban de arribar a Estados Unidos buscando un futuro mejor). Al más puro estilo de Romeo y Julieta, María, la hermana del líder de los Sharks y Tony, el ex-fundador y ex-lider de los Jets se enamorarán y se verán envueltos en una guerra de odio, violencia e intolerancia entre sus respectivas bandas.
¿Vale la pena acudir al musical? Sí sí y sí. ¡Corre a por entradas ya! Si eres fan de los musicales como yo, no te puedes perder West Side Story. ¿Por qué? No sólo por la música, que es todo un clásico y la banda sonora que más tiempo ha permanecido (¡54 semanas!) en la lista de álbumes más vendidos de Billboard -y, normal, yo llevo todo el día tarareando «Quiero vivir en América»- sino porque el espectáculo es vibrante, colorido, y está super currado. Y los actores son increíbles. Adoro esos escenarios móviles que son capaces de recrear una ciudad en segundos, las luces, el aspecto gris de las calles trabajadoras de Nueva York, los letreros de neón, los comienzos del movimiento de liberación femenina en Estados Unidos. Todo ello es lo que se desprende de la puesta en escena de esta historia dramática. El equipo de dirección del musical ha conseguido plasmar perfectamente esta época, y consigue que te sumerjas en ella de cabeza, olvidándote de todo.
Los actores son excelentes. Talía del Val (María) tiene una voz lírica que a ratos da la impresión de ir a romper todos los cristales del teatro. Pero el resto del elenco femenino no se queda atrás. Por supuesto, Silvia Álvarez (Anita) tiene un carisma, una sonrisa y una presencia que se come el escenario. Pero es que la voz de Luciana de Nicola (la simpática Rosalía que quiere volverse a Puerto Rico) resulta sorprendente y cautivadora al mismo tiempo. Nivelazo, no puedo decir otra cosa.
Los chicos no se quedan atrás. Las voces de Javier Ariano (Tony), Víctor González (Riff) y Oriol Anglada (Bernardo) son un placer de escuchar.
Y quiero hacer una mención especial a Joana Quesada, que da vida a la entrañable Pauline, esa marimacho que no está interesada en cosas de chicas, y quiere formar parte del grupo de los chicos a pesar de su desprecio, y que reparte a diestro y siniestro como cualquiera de ellos, o mejor.
En resumen, ver este espectáculo ha sido una delicia. Incluso el Señor Lupulito, que no es especialmente fan de los musicales lo disfrutó enormemente y salió muy satisfecho del teatro. En mi opinión, su satisfacción dice más que la mía, que soy una enamorada de un buen musical.
¿Lo habéis visto? ¿Tenéis intención de ir? ¡Contádmelo por aquí o por Instagram!
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