A fondo: Divine de Bad Habit

Hello, beauties!

Durante esta semana he puesto a prueba la paleta Divine de Bad Habit, que se supone que es un clon de la paleta Star de Natasha Denona. Sólo tengo la mini Star de Natasha Denona, así que no puedo opinar sobre nada más que cinco sombras. Pero seguid leyendo, que os lo cuento todo.

La paleta es de cartón, como es usual en esta marca. No tiene aspecto barato, es cartón duro, pesado, con un buen espejo. Pero no puedo evitar quejarme sobre el prensado de las sombras. Si os digo la verdad, he «vetado» esta marca, porque aunque su calidad es muy alta en casi todas las paletas, y son extremadamente económicas, hay que comprarlas en Estados Unidos y a mí, las últimas que he comprado, me han llegado todas rotas. Ésta incluída. Si os fijais en las fotos, hay una sombra reprensada por mí, Relic. He de decir que la tienda me reembolsó el precio total de las paletas que han llegado rotas. Las que he reclamado, porque las que venían con sólo una sombra mal, las dejé pasar.

Independientemente de mi veto, tanto Shop Hush, que es la tienda donde se podían adquirir las paletas de Bad Habit, como la web de Bad Habit parecen estar caídas. Yo diría que han cerrado, así que me temo que va a ser muy complicado conseguir nada más de esta marca.

Dejando el drama de lado, la paleta trae 18 sombras, igual que la de Natasha Denona. Pero ésta cuesta la friolera de 169 dólares, mientras que la paleta de Bad Habit se puede (¿podía?) comprar por unos 16-20 dólares.

Hay varios tonos neutrales de transición en mate, así como algún tono con algo de shimmer que también se puede usar de transición. Entre los mates claros, principalmente tenemos marrones tirando a cálidos. Entre los más oscuros hay marrones fríos y púrpuras muy bonitos.

Las sombras con shimmer son super cremosas, da gusto tocarlas. Se trabajan igual de bien con la brocha (mejor si está húmeda) que con los dedos.

Tanto los mates como los shimmer tienen una pigmentación más que excelente, no parchean, se difuminan con facilidad, aunque, eso sí, perdiendo potencia, por lo que hay que reaplicar para subirle el volumen.

El punto negativo es el fallout. Son sombras extremadamente polvorientas. Se desarman hasta al rozarlas con la brocha y se mancha todo: la paleta, las mejillas, las ojeras, y hasta las manos. Esto se soluciona maquillando primero los ojos y luego el rostro, ya lo sabemos, por lo que a mí tampoco me molesta demasiado. Esto también hace que se desgasten antes las sombras, pero teniendo en cuenta que pagamos alrededor de 1 dólar por sombra, en contraposición con los 9,5 dólares que cuesta cada sombra fabricada por Natasha Denona, ni tan mal.

En cuanto a los tonos, los mates cumplen su función a la perfección, pero es que los shimmers son preciosos todos y cada uno de ellos. En especial Relic y Ascension son una pasada. Y por supuesto, la joya de la corona, Poseidon, que es un duocromo marrón, con reflejos verdes que a mí me ha robado el corazón. Y que imita, a la perfección, al menos en swatch, a la sombra de Natasha Denona.

Os pongo una comparación de swatches. He puesto los dos dorados porque no sé cuál de los dos es el que es clon del dorado de Natasha, se me parecen un montón.

He de decir que dado que estaba poniendo a prueba la paleta de Bad Habit, no he hecho la prueba de maquillarme un ojo con cada paleta para ver cómo se trabaja cada una y como queda el resultado. Y aún no he estrenado la de Natasha. ¡Me da una pena tremenda! Sólo la he tocado para hacer los swatches que os he enseñado.

Viendo los swatches en la piel podría asegurar que el resultado final en el ojo va a ser muy muy muy similar. Por supuesto, la calidad de una sombra y de la otra no será comparable, y es de esperar que las sombras de Natasha tengan mayor pigmentación y se trabajen mejor para alcanzar los mismo tonos, con menos brocha y menos pigmento. Pero no puedo asegurarlo.

Si os interesa que haga esta prueba, dejádmelo en los comentarios o e Instagram y os lo traigo otro día.

¿Necesitáis esta paleta? Si os gustan los tonos, desde luego que sí, porque al precio que cuesta es un regalo. Sin embargo, mientras escribía esta entrada he podido ver que los productos de Bad Habit han desaparecido de la faz de la tierra y sin dar ninguna explicación. Habrá que esperar a que la marca haga alguna declaración, supongo.

Por lo que a mí respecta, yo tengo un montón de paletas de la marca (me encantan), y todas las que he probado me han funcionado a la perfección, no me han provocado ningún problema en la piel o alergias, y me han dejado satisfecha. Mi única pega es que no llegan a mi casa de una pieza, y por eso dejé de comprarlas.

Como siempre, aquí tenéis mi propuesta de looks para el día a día con esta paleta.

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